"Bruno admira a su "germano". O a su hermano, como siempre le corrige su madre. Y es que, aunque sólo es un poco mayor que él, siempre le ayuda, le enseña muchas cosas y juntos se divierten mucho. Pero, además, su "germano" tiene un puente maravilloso. Todos los chicos del edificio lo saben. Y no sólo es un puente, también puede ser una carretera, un columpio, incluso un muro..."
"Pero el perdón, más que por eso, te lo tengo que pedir por no haberme
preocupado más por ti. Perdóname, Selim, perdóname... De todas formas, ten en
cuenta que estos días yo también he vivido una verdadera epopeya interior,
aunque afortunadamente he salido sana y salva. Pero dime ..."